Wallada Bint Al-Mustakfi

DATOS BIOGRÁFICOS

Wallada bint al-Mustakfi, (Córdoba, 994 – 1091). Poeta andalusí. Fue hija de Muhammad al-Mustakfi, de sangre omeya y uno de los últimos califas cordobeses, que llegó al poder en 1024 asesinando al anterior califa Abderramán V; y de la esclava cristiana Amin’am. Su adolescencia transcurre en las guerras civiles que marcan la agonía del Califato, en medio de todo tipo de intrigas palaciegas desencadenadas tras la muerte del hijo de Almanzor, al-Muzzaar. Como el califa no tuvo descendencia masculina, heredó los bienes de su padre y abrió un palacio donde se dedicó a educar a chicas de buena familia y al que acudían también los poetas y literatos de su tiempo. Era una mujer de singular belleza .Heredó de su madre  el pelo rubio, la piel clara y los ojos azules. Pero sobre todo  era una mujer inteligente, culta y orgullosa. Bordaba sus versos en sus vestidos y tuvo el atrevimiento de participar en las competiciones masculinas y de completar poemas inacabados mostrando libremente su rostro, conducta que la hizo ser llamada «perversa» y ser criticada muy duramente por los integristas.

PURA PIEDRA

Cuando te enteraste de lo mucho que te quiero

Y supiste el lugar que ocupas en mi corazón,

Y cómo me dejaba arrastrar por el amor, sumiso,

Yo, que a nadie más que a ti consentí que me arrastrara,

Te alegraste de que el sufrimiento cubriera mi cuerpo

Y de que el insomnio pintara de negro mis párpados.

Pasa tus miradas por las líneas de mis cartas

Y verás mis lágrimas mezcladas con la tinta.

Cariño mío: mi corazón se deshace

De quejarse tanto a un corazón de pura piedra.

LA SEPARACIÓN

Tras la separación, ¿habrá medio de reunirnos?

¡Ay! Los amantes se quejan todos de sus penas.

Paso las horas de la cinta en el invierno

sobre las ascuas ardientes del deseo,

y cómo no, si estamos separados.

¡Qué pronto me ha traído el destino lo que temía!

Mas las noches pasan y la separación no se termina,

ni la paciencia me libera de los grilletes de la añoranza.

¡Que Dios riegue la tierra que sea tu morada

con lluvias abundantes y copiosas!

DESPEDIDA

El amante que te despidió, despidió a la resignación

revelando así los íntimos secretos que había entre los dos.

Quedó rechinando los dientes por no haberse decidido

a dar más pasos junto a ti, al darte el último adiós,

Oh gemela de la luna, llena de luz y de nobleza,

Que Dios bendiga el tiempo que te hizo brillar en el cielo.

Ahora me lamento de lo larga que es la noche sin ti,

¡cómo me he quejado de lo breve que era contigo!