Fernando Pessoa

DATOS BIOGRÁFICOS

Fernando Pessoa (1888-1935) fue uno de los poetas más importantes de la lengua portuguesa y figura central del modernismo portugués. Poeta lírico y nacionalista, cultivó una poesía centrada en los temas tradicionales de Portugal y su lirismo nostálgico, que expresa reflexiones sobre su «yo profundo», sus preocupaciones, su soledad y su aburrimiento. Fueron varios poetas al mismo tiempo, creó heterónimos, poetas con personalidad propia que escribieron su poesía.

LLUEVE EN SILENCIO

Llueve en silencio, que esta lluvia es muda
y no hace ruido sino con sosiego.
El cielo duerme. Cuando el alma es viuda
de algo que ignora, el sentimiento es ciego.
Llueve. De mí (de este que soy) reniego…

Tan dulce es esta lluvia de escuchar
(no parece de nubes) que parece
que no es lluvia, mas sólo un susurrar
que a sí mismo se olvida cuando crece.
Llueve. Nada apetece…

No pasa el viento, cielo no hay que sienta.
Llueve lejana e indistintamente,
como una cosa cierta que nos mienta,
como un deseo grande que nos miente.
Llueve. Nada en mí siente…

HE PASADO TODA LA NOCHE SIN DORMIR

He pasado toda la noche sin dormir, viendo,
sin espacio tu figura.
Y viéndola siempre de maneras diferentes
de como ella me parece.
Hago pensamientos con el recuerdo de lo que
es ella cuando me habla,
y en cada pensamiento cambia ella de acuerdo
con su semejanza.
Amar es pensar.
Y yo casi me olvido de sentir sólo pensando en ella.
No sé bien lo que quiero, incluso de ella, y no
pienso más que en ella.
Tengo una gran distracción animada.
Cuando deseo encontrarla
casi prefiero no encontrarla,
Para no tener que dejarla luego.
No sé bien lo que quiero, ni quiero saber lo que
quiero. Quiero tan solo
Pensar en ella.
Nada le pido a nadie, ni a ella, sino pensar.

CERCA CON GRANDES MUROS AQUÉL QUE TE SUEÑAS

 Cerca con grandes muros aquél que te sueñas.

Después, donde es visible el jardín

a través del portón de reja adecuada,

pon las flores que sean las más risueñas,

para que te conozcan sólo así.

Donde nadie lo vea no pongas nada.

 

Haz macizos como los que otros tienen,

donde las miradas puedan entrever

tu jardín tal como se lo vas a mostrar.

Pero donde es tuyo, y nunca lo ve nadie,

deja las flores que vienen del suelo crecer

y deja las hierbas naturales medrar.

 

Haz de ti mismo un doble ser guardado;

y que nadie, que vea y mire, pueda

saber de ti más de lo que sabe un jardín

un jardín mostrable y reservado,

por detrás del cual la flor nativa roza

la hierba tan pobre que ni tú la ves…